Me encanta ser mujer


Me encanta ser mujer
Se cumple cien años, desde que en 1910 murieran en una fabrica textil de Nueva York La gran manzana, puso fin a la huelga de hambre de 146 mujeres convocada por la desigualad de salarios frente a los hombres. Con una mecha, provocado el incendio de Cotton Textile Factory en la ciudad Nueva York, para obligarlas a abandonar el encierro y la huelga que realizaban para mejorar sus bajos salarios.
Estos hechos ocurriendo en 1908 reclamaciones hechas cenizas. Hasta el años 1989. ¡Eureka!. Se proclamó en memoria de estas 146 mujeres el día de la mujer trabajadoras el 8 de marzo.
“Sin 20 años no son nada”, ¡100!. Total solo murieron 146 “Mujercitas.” En un medio de comunicación, he oído que no se mezcle el día de la mujer trabajadora con el maltrato a la mujer. 146 mujeres mueren a la “parilla” por un incendio provocado obligadas a salir de una fabrica
¿ Ó salen o se convierte en cenizas? ¡ Eso no es maltrato que es un “susidio colectivo”!
Dice que los tiempos han cambiado que las mujeres se han incorporado al mercado laboral. Personalmente, creo que las mujeres a trabajado siempre en casa y fuera, como lo hicieron mis bisabuelas y abuelas, mi madre, y sus hijas entre la que me incluyó. Aunque, escribí no sea un trabajo muy “productivo” con la escritura tengo “libertad de opinión”, esa base con la que argumentar que obtuve través de mis estudios. Se puede compagina, “perfectamente” el estudio con el cuidado a tus hermanos, abuela, las tareas de las casas, los sobrinos...
Para no quedarte, anclada entre el suavizante “mimosi” y las múltiples lavadoras puestas y por poner.
Todo es compatible, con ése ir y venir de autobuses, comunicarte con la gente sin mirar su ideología, color, sexo discapacidad ó raza.
Aunque, siempre en cualquier época ya sea de oro, planta, bronce ó en pleno siglo XXI siempre existirá ése dedo índice, partido, sin uña que te señale y te diga- tú no puede.
El orgullo, me impide quédame quieta no enfrenarme a folio en blanco para hacer honores en éste su día de las mujeres trabajadoras.
Porque tan sólo ejerciendo el trabajo aprendido me siento libre le pese a quien le pese, “ Evito la bofetada” Para sentirme realizada.

Mano que se plasma en mi cara.
Niña mala
Escozor en mi mejilla.
Niña mala
Pendiente en el suelo.
Niña mala.
“Amigos” de redes sociales “amores” que arañan mi cartera.
Niña mala
No lo cuente, no lo escriba, no salga.
Niña Mala


A mi hermano Antonio que se dedico a lo que él quería como yo, a todas esas mujeres que me ayudaron a realizar mi “sueño”, a mis hermanas que sólo vieron en mí a la niñera de sus hijos y a M.G. por guárdame el secreto del relato titulado( Tres amiga)
Julia Muñoz Haba

3/03/2010





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